viernes, 31 de diciembre de 2010

Yup

jueves, 30 de diciembre de 2010

Ventajas del matrimonio

miércoles, 29 de diciembre de 2010

¿Le gusta nuestro búho?

Rachael: ¿Le gusta nuestro búho?

Deckard: ¿Es artificial?

Rachael: Naturalmente.

Deckard: Debe ser caro.

Rachael: Mucho. Me llamo Rachael.

Deckard: Deckard.

Rachael: Parece que piensa usted que nuestro trabajo no es un beneficio para la gente.

Deckard: Los replicantes son como cualquier otra máquina: pueden ser un beneficio o un peligro. Si son un beneficio, no es asunto mío.

Rachael: ¿Puedo hacerle una pregunta personal?

Deckard: Claro.

Rachael: ¿Nunca ha retirado a un humano por error?

Deckard: No.

Rachael: En su posición, eso es un riesgo...

martes, 28 de diciembre de 2010

El hombre negro

¡Amigo mío, amigo mío: estoy muy, muy enfermo!
No sé de dónde me vino este dolor. Es que el viento silba sobre el campo desierto, o el ajenjo anega mi cerebro como la lluvia del otoño al bosque desmantelado.
Un hombre negro, negro, negro...
Un hombre negro se sienta en mi lecho y no me deja dormir en toda la noche.
El hombre negro recorre con su dedo un libro infame, y gangueando sobre mí como un monje sobre un muerto, me lee la vida de un pícaro y borracho, empapando mi alma de amargura y temor.
El hombre negro, negro, negro... “Oye —me susurra—, en el libro hay muchos bellísimos pensamientos y proyectos. Este hombre vivía en el país de los más repugnantes bandidos y charlatanes. En aquel país, en diciembre, la nieve está sin mancha y los remolinos ponen en marcha sus alegres ruecas. Aquel hombre era un aventurero, pero de la más alta y mejor marca. Era elegante; además, poeta; de poca fuerza, pero tenaz, y solía llamar a una mujer de cuarenta y tantos años su “chica querida y mala”
“La dicha —decía— es la habilidad de la mente y de los brazos. Todas las almas inhábiles son conocidas por lo infelices. No importa que los gestos, quebrados y falsos, traigan mucho dolor. En las tormentas y borrascas, en el frío de la vida, en las penosas pérdidas y cuando parece difícil sonreír y ser sencillo, lo más alto en el mundo es el arte”.
¡Hombre negro! ¡No oses decir esto! No estás pagado al servicio de nadie para decirlo. ¡Qué me importa la vida de ese poeta escandaloso! Léela y nárrala a otros, por favor.
¡El hombre negro! Me mira en los ojos, tenaz, y sus ojos se cubren de legaña azul, como si quisiera decirme que soy un pillo y un ladrón, insolente y desvergonzado que ha robado a alguien.
¡Amigo mío, amigo mío: estoy muy, muy enfermo! No sé de dónde me vino este dolor. Es que el viento silba sobre el campo desierto, o el ajenjo anega mi cerebro como la lluvia del otoño al bosque desmantelado.


Serguei Esénin

domingo, 26 de diciembre de 2010

Ivy Benson

Golpes tras un asesinato

"En la persona asesinada, toda pelea del pensamiento, todo flujo y reflujo de la pasión y de intención, están condicionados por un pánico irresistible; el miedo al instante de la muerte lo aplasta 'con su mazo petrificado'. Pero en el asesino, un asesino tal y como sería contemplado por un poeta, su conducta debe estar guiada por una enorme y violenta tormenta de pasión —celos, ambición, venganza, odio— que creará un infierno en él; y es dentro de este infierno donde debemos mirar." (...) "Los asesinos y el asesinato deben permanecer aislados —separados por un inconmensurable golfo procedente de la marea y la sucesión de los comunes asuntos humanos—, encerrados y apartados en algún profundo escondrijo; debemos ser conscientes de que el mundo de la vida común está repentinamente detenido —tendido para dormir, hipnotizado y oprimido por un armisticio temible: el tiempo debe ser aniquilado; la relación con las cosas exteriores, abolida; y todo debe constreñirse a un profundo desmayo y suspensión de la pasión terrenal. En consecuencia, cuando el hecho se ha consumado, cuando el trabajo de lo oscuro es perfecto, entonces el mundo de lo oscuro se desvanece como una pompa de jabón: se escuchan los golpes a la puerta; y se hace evidentemente audible que la reacción ha comenzado: lo humano ha causado su reflujo sobre lo malvado; los pulsos de la vida comienzan a latir de nuevo; y el restablecimiento de las andanzas del mundo en el cual vivimos, nos hace profundamente sensibles al poderoso paréntesis que las había suspendido."


Thomas De Quincey

On the koncking at the gate, in Macbeth

Ensayos

viernes, 24 de diciembre de 2010

Una de romanos

Simon's Cat

Pequeña historia familiar

Frank



:-D

jueves, 23 de diciembre de 2010

There was once a very lovely

Dictado

Se aguó o aojó nuestro propósito al saber que tu convecino fue arrojado al calabozo, vilmente aherrojado, por el solo hecho de permitir al ganado que ahojase o paciese las hojas caídas en las heredades del feudal, y tan pronto como fue excarcelado, cogió su escarcela o mochila y su perrro, y salió de caza.- Tú eres canjilón, o sea, de Canjáyar, e Indalecio, de La Poveda (Madrid), y, tanto allá como acá, los payos tienen su haca o paja y cuentan con frondosas pobedas y tierras de labranza, donde con cabal ahínco cavan su terruño.- Ni ovetenses ni ubetenses cazaron al gerifalte.


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Ortografía práctica de la lengua española. Método progresivo para escribir correctamente (con las modificaciones de Prosodia y Ortografía que la Real Academia declaró de aplicación preceptiva a partir de enero de 1959). Edición número 42, reformada y actualizada.
Luis Miranda Podadera
Editorial: Hernando

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Lupi audacia magna erat

.

martes, 21 de diciembre de 2010

Monkey and Bear

Contra Jaime Gil de Biedma

De qué sirve, quisiera yo saber, cambiar de piso,
dejar atrás un sótano más negro
que mi reputación —y ya es decir—,
poner visillos blancos
y tomar criada,
renunciar a la vida de bohemio,
si vienes luego tú, pelmazo,
embarazoso huésped, memo vestido con mis trajes,
zángano de colmena, inútil, cacaseno,
con tus manos lavadas,
a comer en mi plato y a ensuciar la casa?

Te acompañan las barras de los bares
últimos de la noche, los chulos, las floristas,
las calles muertas de la madrugada
y los ascensores de luz amarilla
cuando llegas, borracho,
y te paras a verte en el espejo
la cara destruida,
con ojos todavía violentos
que no quieres cerrar. Y si te increpo,
te ríes, me recuerdas el pasado
y dices que envejezco.

Podría recordarte que ya no tienes gracia.
Que tu estilo casual y que tu desenfado
resultan truculentos
cuando se tienen más de treinta años,
y que tu encantadora
sonrisa de muchacho soñoliento
—seguro de gustar— es un resto penoso,
un intento patético.
Mientras que tú me miras con tus ojos
de verdadero huérfano, y me lloras
y me prometes ya no hacerlo.

Si no fueses tan puta!
Y si yo supiese, hace ya tiempo,
que tú eres fuerte cuando yo soy débil
y que eres débil cuando me enfurezco...
De tus regresos guardo una impresión confusa
de pánico, de pena y descontento,
y la desesperanza
y la impaciencia y el resentimiento
de volver a sufrir, otra vez más,
la humillación imperdonable
de la excesiva intimidad.

A duras penas te llevaré a la cama,
como quien va al infierno
para dormir contigo.
Muriendo a cada paso de impotencia,
tropezando con muebles
a tientas, cruzaremos el piso
torpemente abrazados, vacilando
de alcohol y de sollozos reprimidos.
Oh innoble servidumbre de amar seres humanos,
y la más innoble
que es amarse a sí mismo!



Jaime Gil de Biedma

Voces sin cuerpo

-¿Por qué no me dice cuando empezó a odiar el teléfono?

-Me aterrorizaba ya en la infancia. Un tío mío lo llamaba la máquina de los fantasmas. Voces sin cuerpo. Me ponía los pelos de punta. Más tarde, nunca me sentí cómodo. El teléfono me parecía un instrumento impersonal. Si a él se le ocurría, dejaba que la personalidad no fuese por sus cables. Si no lo quería así, lo mismo le sacaba a uno la personalidad hasta que por el otro extremo salía una voz de pescado frío, toda acero, cobre, plásticos, sin calor, sin realidad. Es fácil decir alguna inconveniencia cuando se habla por teléfono; el teléfono cambia el significado de las frases. Y al fin uno se entera del hecho que se ha ganado un enemigo. Luego, por supuesto, el teléfono es algo tan conveniente. Ahí está, exigiendo que uno llame a alguien que no quiere que lo llamen. Mis amigos estaban siempre llamando, llamando, llamándome. Demonios, no me dejaban tiempo para nada.


Ray Bradbury
El asesino

lunes, 20 de diciembre de 2010

Cab Calloway

viernes, 17 de diciembre de 2010

Julie

Storia D'amore




miércoles, 15 de diciembre de 2010

Manfred Mann

Lull

XLVIII

XLVIII


Bajo las gruesas hojas de la foresta hay una vida
más intrincada que la nuestra, con nuestros votos de amor,
que bulle bajo el velo de la araña en la hoja mojada.

Hay una raza de escarabajos cuya naturaleza es sangrar
la propia fuente que los nutre, hasta que el anfitrión
es un caparazón cascabeleante; lentamente se van
hacia un compañero fecundo, montando el seco fantasma.

No, no hay tal insecto, pero hay criaturas
con dos patas solamente, pero con tenazas en sus ojos,
y brazos que agarran y nos estrechan; cuelgan como sanguijuelas
en las lianas más verdes, desde las venas del paraíso.

Y a menudo, en la hembra, lo que puede parecer voluntarioso
asemejará felicidad, ese éxtasis espasmódico
que eyecta el ácido fatal del cual los hombres caen
como una hoja disecada; y esta historia natural
no está confinada a la hembra de la especie,
depende de quien gane la compra, ya que el macho,
como el escarabajo estercolero que guarda heces secas,
puede dejar a su pareja exhausta histérica, pálida.

Ésta es la sucesión, se oculta bajo un leño,
repta sobre una flor sacudida, y entonces ambos
se abrazan y olvidan; luego el epílogo usual
ocurre, donde uno yace llorando, lo cual el otro odia.

Todo lo que he logrado lo he merecido, ahora vi esto,
y aunque tuve desprecio a mí mismo por mi propio profundo dolor,
yazgo exánime en el lecho, con el mismo corazón seco
que hice de otros, hasta que me llegue el turno de nuevo.

No pudo levantar las pesadas agonías que sentí
por los vagabundeos sin padre de mis propios hijos,
pero algunas penas son como piedras y nunca se derriten,
aunque nuestras lágrimas lluevan y las estríen, y las otras,
los matrimonios disueltos como arena entre los dedos,
el per mea culpa que había vaciado toda esperanza
de las alacenas donde queda algún aroma de felicidad
en el alcanfor, en una horquilla perdida encostrada con jabón ;
el amor por el que fui bueno pareció haber sido sólo
el amor de mi arte y naturaleza; sí, fui bondadoso,
pero con tal certeza que hizo a otros solitarios,
y con tal torcida industria que me hizo ciego.

Fue un grito que llamaba desde la roca, alguna agua
que la corriente marina cruzó sola, y el llamado quedó
como el ronco eco en la concha; me llamaba desde la hija
y el hijo, me llamaba desde mi lecho al amanecer en la oscuridad
como un pescador que camina hacia el ruido blanco
del papel, luego en su hueca nave pone los remos.

Fue lo que Aquiles aprendió bajo el oscuro cielo raso
de las uvas marinas goteando con la lluvia que arrugaba la arena :
que no hay error en el amor, de sentir
el amor equivocado por la persona equivocada. La quieta isla
sazonó la herida con su sal; él vertió el balde
y vació la sentina con sus hojas de manzanillo,
pensando en la herida cosida, suturada que a Filoctetes
le dio el mar, pero cómo también el mar podía sanar
la herida. Y eso fue lo que Ma Kilman enseñó.

Ella atisbaba los dioses en las hojas, pero con sus rasgos oscurecidos
por la incansable luz y sombra, aquellos momentáneos
guardianes, como las espinas del campeche de su Señor,
o ese dorado anfitrión nombrado para su madre, María,
a través de un océano más rápido que la veloz, numerosa
y ruidosa migración de las golondrinas africanas
o los murciélagos que circundan un árbol de algodón al ocaso
cuando su vista es poderosa y las ramas sostienen la casa
del cielo ; así las deidades pululaban en la espesura
de la arboleda, esperando que se las conociera por su nombre ; pero ella
nunca los había aprendido, aunque sus sonidos estaban dentro de ella,
subyugados en los ríos de su sangre.

Erzulie, Shango y Ogun; sus rasgos desvaneciéndose, haciéndose más tenues
como se atenuaba la creencia en ellos, así que todo su poder,
sus raíces y sus rituales estaban concentrados
en la verticilada corola de esa fétida flor.
Todos los dioses insepultos, muertos por tres profundos siglos,
pero de cuyo linaje, como si las venas de ella fueran las raíces de ellos,
ululaban sus brazos, alzando las ramas
de un árbol llevado a través del Atlántico al que le brotan
hojas frescas cuando su tronco muerto reverbera en nuestras playas.

Ellos estaban allí. Ella los invocó. Habían anudado los gritos
en su garganta como una enredadera. Eran los murciélagos cuyos chillidos
son más agudos que los que oye un perro.
Ma Kilman escuchó y los vio cuando sus alas con costuras entrecruzadas
se desdibujaban en los intersticios de las hojas, fabricando una telaraña por encima, una red que le penetraba en los nervios y su piel le cosquilleaba
como si la azotaran con una ortiga.
Ella buscaba afanosamente algún signo
del pinchante matorral, y se revolvía por el pecado
de dudar de sus nombres antes de que pudiera comenzar la cura.



Omeros

Derek Walcott

jueves, 9 de diciembre de 2010

Old Spice

martes, 7 de diciembre de 2010

La parte difícil

Es un deco muy nuevo pero usa algunas de las caracteristicas de su hermano mayor el qboxhd, es un mediacenter que tengo desde junio, yo te puedo hablar de este y sencillamente es impresionante, 3 sintonizadores hd que en el caso del qboxhd mini solo posee 2 tambien hd, en el 1º tienes la posibilidad de wifi interna, en el qboxhd mini no se puede, los 2 tienen soporte para ipod, ipad, iphone, tambien 2 usb y 1 sata para discos duros y pendrives yo todos los que he probado los reconoce nada más insertarlos, 2 smartcam readers, 2 zocalos para cams externas, diablocam, matrx, etc... puedes ver videos online de youtube y trasteando quien sabe si pelis online tambien, el procesador que incorporan los 2 es un sti7101 de doble nucleo por lo que para aplicaciones multimedia se manejan bien con archivos mkv (matroska) avi, divx, xvid, jpg, mp3, etc... en el caso de las emus tienes sbox, mbox, incubus, radar o oscam entre otras, tienen tambien un display lcd en color de 2" para piconlcd y seguro que se añadiran nuevas funcionalidades y añadidos como epgs semanales como las que ya funcionan virtualzap, epgrefresh, southcast, etc...

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Los qboxhd y mini traen firmware opensource o mejor dicho son imagenes, con lo cual los archivos fuente los tienes disponibles en la página de duolabs, ahora si no recuerdo mal las imagenes estan basadas en enigma2.3 con lo cual no tienen nada que ver con decos tipo boston, mvision, philips strong, etc y en cuanto si puedes usar tu tarjeta viaccess perfectamente incluso la puedes ver en otro deco en red ya este en tu domicilio o en tu 2ª residencia, para esto puedes usar la emu que más convenga, oscam, radar, mbox, sbox, incubus, por ejemplo incubus o radar soportan irdeto2.

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En el caso de los qboxhd practicamente si te bajas alguna imagen como hdfreaks, arthur o roy ya traen las emus instaladas solo tienes que meter la imagen usando un pendrive en donde copias el archivo con extensión tbz el deco ya se encarga de generar el filesystem en el pendrive slim que trae el deco que estará siempre insertado, pero si te gusta trastear te puedes descargar la última imagen desde duolabs y retocando el archivo de servers despues le descargas desde el deco un emupanel, para editar las emus tan facil como usar el dcc2.96 y poner los datos de tu tarjeta en el archivo config de la emu que uses, por ejemplo para abonos de sky italia los italianos usan oscam, para nuestro proveedor y goltv oscam, sbox o radar y como clientes puedes usar indistintamente, oscam, mbox, sbox o radar.

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Bien , gracias por toda la info ; ahora queda la parte más dificil , convencer a la parienta , saludos.


Qbox

lunes, 6 de diciembre de 2010

El sueño de Pao-Yu

Pao Yu soñó que estaba en un jardín idéntico al de su casa. ¿Será posible, dijo, que haya un jardín idéntico al mío? Se le acercaron unas doncellas. Pao Yu se dijo atónito: ¿Alguien tendrá doncellas iguales a Hsi-Yen, a Pin Erh y a todas las de casa? Una de las doncellas exclamó: “Ahí está Pao Yu. ¿Cómo habrá llegado hasta aquí?” Pao Yu pensó que lo habían reconocido. Se adelantó y les dijo: “Estaba caminando; por casualidad llegué hasta aquí. Caminemos un poco.” Las doncellas se rieron. “¡Qué desatino! Te confundimos con Pao Yu, nuestro amo, pero no eres tan gallardo como él.” Eran doncellas de otro Pao Yu. “Queridas hermanas –les dijo- yo soy Pao Yu. ¿Quién es vuestro amo?” “Es Pao Yu -contestaron-. Sus padres le dieron ese nombre que está compuesto de los dos caracteres. Pao (precioso) y Yu (jade), para que su vida fuera larga y feliz. ¿Quién eres tú para usurpar ese nombre?” Se fueron, riéndose.
Pao Yu quedó abatido. “Nunca me han tratado tan mal. ¿Por qué me aborrecerán estas doncellas? ¿Habrá de verás, otro Pao Yu? Tengo que averiguarlo”. Trabajado por esos pensamientos, llegó a un patio que le pareció extrañamente familiar. Subió las escaleras y entró en su cuarto. Vio a un joven acostado; al lado de la cama reían y hacían labores unas muchachas. El joven suspiraba. Una de las doncellas le dijo: “¿Qué sueñas, Pao Yu, estás afligido?” “Tuve un sueño muy raro. Soñé que estaba en un jardín y que ustedes no me reconocieron y me dejaron solo. Las seguí hasta la casa y me encontré con otro Pao Yu durmiendo en mi cama.” Al oír este diálogo Pao Yu no pudo contenerse y exclamó: “Vine en busca de un Pao Yu; eres tú.” El joven se levantó y lo abrazó, gritando: “No era un sueño, tú eres Pao Yu.” Una voz llamó desde el jardín: “¡Pao Yu!” Los dos Pao Yu temblaron. El soñado se fue; el otro le decía; ¡Vuelve pronto, Pao Yu!” Pao Yu se despertó. Su doncella Hsi-Yen le preguntó: “¿Qué sueñas Pao Yu, estás afligido?” “Tuve un sueño muy raro. Soñé que estaba en un jardín y que vosotras no me reconocíais...”


Tsao Hsueh Kin

La aurora

Aquí el murmurar de las olas

y el tremolar de las ramas,

al aurora de la mañana

y sobre las ramas verdes,

el cantar vago y apacible

y el jinete del este:

aquí ya al alba aparece

y él mismo se refleja en el mar,
y aclara el cielo

y las cunetas de países de frío dulce,

y el alto, Usted sube y dora.

¡Oh atractiva y vaga aurora!,

el aura es su mensajero, y Usted el aura

donde mi quemadura se restaura.


Torquato Tasso

domingo, 5 de diciembre de 2010

1966











Caravelle

sábado, 4 de diciembre de 2010

Mi querido viejo




Nicola

Jael





Sísara pidió agua; ella le dio leche: le ofreció cuajada en taza de príncipes. Extendió su mano hacia la estaca, y su derecha, hacia el martillo de los trabajadores. Martilló a Sísara, le partió la cabeza, le machacó y le atravesó la sien.

Libro de los Jueces

viernes, 3 de diciembre de 2010

Korean Air

La morfina de mi mamá y yo

El médico de mi mamá dice que Deukmejian y la DEA
están siempre al tanto de los californianos
que tienen receta médica para tomar morfina, así
que tengo que viajar cinco millas cada semana
para recoger en persona El Triplicado -un papel beige
tan valioso como un cheque bancario-, y luego viajar
otras cinco millas hacia el otro lado de la ciudad
a la única farmacia que vende la morfina líquida
de mi mamá. En el camino paro a comprar la mía en
la tienda Trader Joe´s, del tipo californiano:
jeringas verdes de sauvignon blanc, chablis, chardonnay,
Sebastián Eye of the Swan... Después tomo a sorbos
de un vaso de plástico para atontar la Vida,
mientras le doy de cenar a mi madre a cucharadas.

"Ahora sé por qué tomas vino", me dice
como buena cristiana abstemia, porque
nunca ha aprobado de lo que yo tomo. "Drogada se acerca
una más a Dios", me dice, viendo la Sixtina en el techo
de su casa, inquieta, lamiéndose los labios;
medio centímetro cúbico de morfina del mismo color
que el Windex. Le doy a las mañanas y al acostarse,
en zumo de manzana, una dosis que, para sus 70 libras,
es más fuerte que 100 dólares de heroína L.A.
metida en vena para un drogadicto.

Triste y avergonzada, tanto por su adicción como por su
enfermedad, a veces llora al sorber con un popote la
última gota de morfina de la taza.
Y a veces me imagino a Deukmejian y la DEA tumbando la puerta de la recámara de mi mamá -como conquistadores gritando "Eureka"-, amenazándonos con sus pistolas.
Dos paganas -es cierto- de ojos rojos, drogadas, desnudas, con pecado y muerte.


Joan Jobe Smith

jueves, 2 de diciembre de 2010

Aquí hay algo para nosotros

"En cuanto aparece un hombre que trae consigo algo primitivo, y en consecuencia, no dice: “hay que tomar el mundo tal cual es”; sino “sea como sea al el mundo, yo me quedo con una naturalidad original que no pienso cambiar en aras del bienestar del mundo”; en el mismo instante en que es oída esta palabra comienza a producirse una transformación en toda la existencia. Lo mismo que en la fábula: cuando se pronuncia la palabra y aparecen las puertas del castillo encantado desde hacía cien años y todo cobró vida, la existencia se vuelve toda atención. Los ángeles comienzan a tener mucho trabajo, pues es ésta su ocupación. Por otro lado: los demonios oscuros y lúgubres que habían permanecido repantigados en la inactividad, comiéndose las uñas, saltan de sus asientos y se desperezan, pues, dicen, aquí hay algo para nosotros."


Sören Kierkegaard