jueves, 17 de septiembre de 2009

Jaula



La ciudad


Te dices: Me marcharé a otra tierra, a otro mar;
A una ciudad mucho más bella que lo que ésta pudo ser o anhelar...
Dejaré esta ciudad donde cada paso aprieta un nudo corredizo
Contra un corazón en los cuerpos enterrados y polvorientos.

¿Cuánto tiempo más tendré que quedarme confinado en estos tristes arrabales?
Dondequiera que mire se alzan las negras ruinas de mi vida.
¡Cuántos años he pasado aquí derrochando, tirando, sin beneficio alguno... ¡

No hay tierra nueva, amigo mío, ni mar nuevo.
La ciudad te seguirá:
Por las mismas calles andarás interminablemente,
Los mismos suburbios de tu juventud te seguirán en la vejez,
Y en la misma casa acabarás lleno de canas.

La ciudad es una jaula.

No hay otro lugar: siempre el mismo puerto terreno.
Y no hay barco que te arranque de ti mismo.
¿No comprendes que al arruinar tu vida entera en este sitio, la has malogrado en cualquier otra parte del mundo?




Konstantínos Pétrou Kaváfis

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Mascotas

Andén




jueves, 10 de septiembre de 2009

Tu, quanto tempo hai




Nous

"Porque si se ven las bellezas corporales no hay que correr hacia ellas, sino saber que ellas son imágenes, vestigios y sombras. Es necesario huir hacia esa belleza de la que ellas son imágenes".



Plotino, Enéadas I

lunes, 7 de septiembre de 2009

Vuelo




Audi 100

Manuel Vilas se compró un Audi de tercera mano, un Audi 100,
y lo ponía a doscientos por la autopista de Barcelona,
y luego tenía que pagar el peaje y eso que no iba a ninguna parte.
Se quedaba mirando el Audi en las tardes de domingo,
en mitad de un descampado, en mitad del desierto.
El gran desierto que cerca la ciudad de Zaragoza,
estéril y ácido como una bocanada de uranio enriquecido.
Miraba las ruedas y las golpeaba con sus botas en punta,
y pensaba que estaban durísimas, llenas de aire embrutecido,
y es que acababa de estar en una gasolinera que se llamaba «El Cid»,
y las había hinchado, ese silbido poderoso de las válvulas,
y miraba el dibujo de las ruedas, laberíntico y abstracto como las rayas
de la mano, y se miró la mano, rugosa piel enaltecida
en mitad de la nada, y se había cambiado
el viejo radiocasete del Audi por un compacdisc Pioneer,
con seis altavoces, 800 euros en el Carrefour,
y puso a Lou Reed en el compac, y bien, muy bien,
Street Hassle puso, y bien, bien, muy bien, dijo de nuevo,
esto era todo, el Audi 100, la vida ennegrecida, las cercanías de un pueblo
llamado Bujaraloz, la autopista de Barcelona, los infinitos camiones,
un toro de Osborne cerca de Pina, el domingo, agrio y crucificado,
y Lou Reed sonando en ninguna parte, en el desierto celestial,
los 800 euros convertidos en el grito más hermoso de la tierra,
y ningún ángel del cielo descendiendo, y Manuel Vilas
–siervo de la nada, fumando, estéril, razonando, gimiendo–,
silbaba bajo el sol inclemente, difuso, el sol borracho,
se dijo, y les daba patadas a las ruedas y las ruedas
le devolvían el impulso, y eso era gracioso,
y pensó en la guantera, y abrió la guantera y miró la documentación,
y leyó su nombre, y abrió el maletero, y le pareció que allí había
un montón de sitio para guardar cosas, y eso de repente le hizo completamente feliz.


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Manuel Vilas

Corinne










viernes, 4 de septiembre de 2009

Dieciséis poemas

Sí, ya sé que hay cosas muy importantes
Que reclaman mi atención, y te escucho.
Sí, ya sé que las cajas se amontonan
Junto a la puerta, y que mañana
Nos habremos ido, ya lo sé, pero


Escucha tú ahora,
Escucha atentamente, por favor: ¿no oyes
Ese rumor suave y perverso
Que frota los cristales
En las ventanas? Y, tenue ¿no sientes
Ese masaje contínuo y perezoso
De las olas aquellas, hace tiempo,
En la playa?


Pero te escucho, cariño.
Sí, ya sé que hay cosas muy importantes
Que reclaman mi atención
Y perdóname, pero ¿no has oído a ese pájaro?
O, al menos ¿no has oído ahora
Algo paerecido a un pájaro
En medio de todo esto?


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Jesús Miramón Arcos
El Sueño del Erizo
Editorial Prames
Premio 2001 Hermanos Argensola de Poesía
I.S.B.N.:84-95116-46-4

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Aquí

jueves, 3 de septiembre de 2009

No desearás...

No desearás...

No desearás...