jueves, 30 de abril de 2009

Enviados



miércoles, 29 de abril de 2009

Marco Aurelio

Aunque debieras vivir tres mil años y otras tantas veces diez mil, no obstante recuerda que nadie pierde otra vida que la que vive, ni vive otra que la que pierde. En consecuencia, lo más largo y lo más corto confluyen en un mismo punto. El presente, en efecto, es igual para todos, lo que se pierde es también igual, y lo que se separa es, evidentemente, un simple instante. Luego ni el pasado ni el futuro se podría perder, porque lo que no se tiene, ¿cómo nos lo podría arrebatar alguien? Ten siempre presente, por tanto, esas dos cosas: una, que todo, desde siempre, se presenta de forma igual y describe los mismos círculos, y nada importa que se contemple lo mismo durante cien años, doscientos o un tiempo indefinido; la otra, que el que ha vivido más tiempo y el que morirá más prematuramente, sufren idéntica pérdida. Porque sólo se nos puede privar del presente, puesto que éste sólo posees, y lo que uno no posee, no lo puede perder.
(...)
No sólo esto debe tomarse en cuenta, que día a día se va gastando la vida y nos queda una parte menor de ella, sino que se debe reflexionar también que, si una persona prolonga su existencia, no está claro si su inteligencia será igualmente capaz en adelante para la comprensión de las cosas y de la teoría que tiende al conocimiento de las cosas divinas y humanas. Porque, en el caso de que dicha persona empiece a desvariar, la respiración, la nutrición, la imaginación, los instintos y todas las demás funciones semejantes no le faltarán; pero la facultad de disponer de sí mismo, de calibrar con exactitud el número de los deberes, de analizar las apariencias, de detenerse a reflexionar sobre si ya ha llegado el momento de abandonar esta vida y cuantas necesidades de características semejantes precisan un ejercicio exhaustivo de la razón, se extingue antes. Conviene, pues, apresurarse no sólo porque a cada instante estamos más cerca de la muerte, sino también porque cesa con anterioridad la comprensión de las cosas y la capacidad de acomodarnos a ellas.



Marco Aurelio

Meditaciones

martes, 28 de abril de 2009

Esperando la noche




lunes, 27 de abril de 2009

Kusturica

viernes, 24 de abril de 2009

Palisélidos





Oliverio

Se miran, se presienten, se desean,
se acarician, se besan, se desnudan,
se respiran, se acuestan, se olfatean,
se penetran, se chupan, se demudan,
se adormecen, despiertan, se iluminan,
se codician, se palpan, se fascinan,
se mastican, se gustan, se babean,
se confunden, se acoplan, se disgregan,
se aletargan, fallecen, se reintegran,
se distienden, se enarcan, se menean,
se retuercen, se estiran, se caldean,
se estrangunlan, se aprietan, se estremecen,
se tantean, se juntan, desfallecen,
se repelen, se enervan, se apetecen,
se acometen, se enlazan, se entrechocan,
se agazapan, se apresan, se dislocan,
se perforan, se incrustan, se acribillan,
se remachan, se injertan, se atornillan,
se desmayan, reviven, resplandecen,
se contemplan, se inflaman, se enloquecen,
se derriten, se sueldan, se calcinan,
se desgarran, se muerden, se asesinan,
resucitan, se buscan, se refriegan,
se rehúyen, se evaden y se entregan.



Oliverio Girondo

jueves, 23 de abril de 2009

Indestructible

"Recuerdo mi juventud y aquel sentimiento que nunca más volverá. El sentimiento de que yo podría durar más que todo, más que el mar, más que la tierra, más que todos los hombres"



Joseph Conrad

Crescenz




miércoles, 22 de abril de 2009

Razones para gritar




Tul




martes, 21 de abril de 2009

Yeguas





Pero es que el furor de las yeguas es más significativo que el de los demás. La propia Venus les dio su frenesí por la época en que los cuatro corceles de Potnias devoraron con sus mandíbulas los miembros de Glauco. El amor las guía al otro lado del Gárgaro y del Ascanio resonante; franquean las montañas y pasan a nado los ríos. Tan pronto como la llama se mete en sus médulas ansiosas (más en primavera, porque el calor retorna a los huesos), todas ellas se plantan en las breñas con la cara vuelta al céfiro y reeciben las brisas ligeras, y muchas veces, sin coito alguno, preñadas por el viento (causa maravilla decirlo), escapan huyendo entre peñas, picachos y valles encajonados, no hacia tu nacimiento, euro, ni hacia el nacimiento del sol, sino hacia el bóreas y el coro o hacia donde nace el austro tan sombrío, que oscurece el cielo con la lluvia fría. En tal ocasión, justamente, mana de sus ingles un líquido viscoso, que los pastores llaman con nombre apropiado hipómanes. Muchas veces lo recogen las madrastras perversas, lo mezclan con yerbas y añaden fórmulas mágicas.



Virgilio

Geórgicas

lunes, 20 de abril de 2009

Rojo




Souad




domingo, 19 de abril de 2009

Gun




S-2




jueves, 16 de abril de 2009

Premio

Viniere el malo con un tronco al hombro,
Y el bueno, a acompañar al malo a andar;
Dijeren “sí” el sermón; “no” la plegaria
Y cortare el camino en dos la roca…

Comenzare por monte la montaña
Por remo el tallo, por timón el cedro
Y esperaren doscientos a sesenta
Y volviere la carne a sus tres títulos….

Sobrase nieve en la noción del fuego,
Se acostare el cadáver a mirarnos,
La centella a ser trueno corpulento
Y se arequearen los saurios a ser aves…

Faltare excavación junto al estiércol,
Naufragio al río para resbalar,
Cárcel al hombre libre, para serlo
Y una atmósfera al cielo, y hierro al oro…

Mostraren disciplina, olor, las fieras,
Se pintare el enojo de soldado.
Me doliere el junco que aprendí,
La mentira que inféctame y socórreme…

Sucediere ello así y así poniéndolo,
¿Con qué mano despetar?
¿Con qué pie morir?
¿Con qué ser pobre?
¿Con qué voz callar?
¿Con cuánto comprender, y, luego, a quién?

No olvidar ni recordar
Que por mucho cerrarla robáronse la puerta,
Y de sufrir tan poco estoy muy resentido,
Y de tanto pensar, no tengo boca.




César Vallejo

lunes, 13 de abril de 2009

Crayon



miércoles, 1 de abril de 2009

Lindsay