Aztecas
Calor en los ojos
En los ojos que se calientan mucho por enfermedad, se destila la raíz de esta planta (xaltómatl) molida. Las cara se baña con el jugo de estas plantas: ocoxóchitl, huacalxóchitl, matlaxóchitl y tlacoizquixóchitl.
Cuando la irritación de los ojos es leve, se aplican hojas de mízquitl y de xoxuqui matlaxóchitl, bien molidas y en leche de mujer, o con rocío o con agua muy limpia. Esta mixtura se destila en los ojos. Quien sufra de los ojos ha de abstenerse mucho del trato carnal, del ardor del sol y del humo y del viento, ni a de comer el condimento del chilmolli, ni ha de comer alimento caliente. Debe llevar junto al cuello un cristal rojo, no ha de ver cosas blancas, sino negras.
Un ojo de zorra es maravillosamente provechoso para ojos dañados, para eso lo atará en la parte superior del brazo. Y si los ojos están tan lacrados que casi parecen perdidos, se goteará en ellos el jugo de estos ingredientes: un polvo de perla, cristal de color de púrpura, concha rosada, una piedrita que se halla en el pajarillo llamado molotótotl, una piedrita de tlacalhuatrin, una piedrita que haya en el buche de la paloma de Indias. Todo eso disuelto en sangre de pato, leche de mujer y agua de la fuente.
Cuando algo cayó en los ojos y de resultas de eso se van pudriendo, se debe gotear en ellos un líquido hecho de bellota molida, sal y harina, disueltas en agua de la fuente. Pero si el mal de ojos fue causado por el frío, se cura pulverizando cristal de color rojo en vino índico y destilando el licor en los ojos.
Cómo se cura el que ha sido vejado por el torbellino o el ventarrón
El que ha sufrido las consecuencias de un huracán beba el saludable jugo que se hace de la hierba cuanhyayáhual, acróyatl, ramas de pino y laurel molidas en agua. Se cuece ese jugo. Ya cocido, bébalo, porque esa bebida echará fuera el mal aire que penetra en el interior. En segundo lugar, ha de beber un jugo que se hace de estas piedras molidas en agua: cristal rojo, perla blanca, tierra blanquecina y hojas de tlatlancuaye que suelten el jugo. Todo eso cocido con incienso blanco. También se ha de ungir con un líquido muy bien preparado de conos de ciprés y cedro, hojas del árbol cuauhiyauhtli, y de hojas de la hierba xiuhehecapahtli. Todo molido en agua con incienso blanco.
Fractura de la Cabeza
Se untan a la fractura de la cabeza estos ingredientes: hierbas de verano con el rocío natural; esmeralda, perla, cristal, tlacalhuatzin y gusanos de tierra, todo triturado en la sangre de una sangría y en clara de huevo. Cuando no se puede conseguir la sangre, suplirán las ranas quemadas.
Dolor de dientes
Los dientes enfermos y cariados deberán punzarse primero con un diente de cadáver. En seguida se muele y se quema la raíz de un alto arbusto llamado teonochtli, juntamente con cuerno de venado y estas piedras finas: íztac quetzaliztli y chichíltic tapachtli, con un poco de harina martajada con algo de sal. Todo eso se pone a calentar. Toda esta mezcla se envuelve en un lienzo y se aplica por breve tiempo apretada con los dientes, en especial con los que duelen o están cariados. En último lugar se hace una mezcla de incienso blanco y una clase de untura que llamamos xochiocótzotl y se quema a las brasas y su olor se recoge en una mota gruesa de algodón que se aplica a la boca con alguna frecuencia o mejor se ata a la mejilla.
Epilepsia
Cuando es reciente el mal sagrado sirven las piedrecillas que se hallan en el buche del halcón, de los pajarillas huactli y del gallo; la raíz de quetzalatzónyatl, cuerno de venado, incienso blanquecino, incienso blanco, cabello de muerto, carne quemada de topo encerrado en una olla. Todo bien molido en agua caliente. El que tiene este mal debe beber, hasta vomitar, la anterior mixtura. Y le puede ser útil, antes de que la beba, tomar el jugo de un arbusto que se llama tlatlacótic, y cuya raíz ha de ser molida. Observa el tiempo en que la epilepsia ha de venir, porque entonces, al aparecer la señal, el epiléptico póngase en pie y púncensele los cartílagos y los costados. Cuando una mixtura hecha de hojas de quetzalatzanyatl y tetzitzilin, y hierba acocoxíhuitl, molidos en agua. Debe comer también cerebro cocido de comadreja y de zorra. Se le deben dar sahumerios con buen olor de nido de ratones quemados en las brasas y de incienso blanquecino y de plumas del ave llamada cozcacuanhtli.
En los ojos que se calientan mucho por enfermedad, se destila la raíz de esta planta (xaltómatl) molida. Las cara se baña con el jugo de estas plantas: ocoxóchitl, huacalxóchitl, matlaxóchitl y tlacoizquixóchitl.
Cuando la irritación de los ojos es leve, se aplican hojas de mízquitl y de xoxuqui matlaxóchitl, bien molidas y en leche de mujer, o con rocío o con agua muy limpia. Esta mixtura se destila en los ojos. Quien sufra de los ojos ha de abstenerse mucho del trato carnal, del ardor del sol y del humo y del viento, ni a de comer el condimento del chilmolli, ni ha de comer alimento caliente. Debe llevar junto al cuello un cristal rojo, no ha de ver cosas blancas, sino negras.
Un ojo de zorra es maravillosamente provechoso para ojos dañados, para eso lo atará en la parte superior del brazo. Y si los ojos están tan lacrados que casi parecen perdidos, se goteará en ellos el jugo de estos ingredientes: un polvo de perla, cristal de color de púrpura, concha rosada, una piedrita que se halla en el pajarillo llamado molotótotl, una piedrita de tlacalhuatrin, una piedrita que haya en el buche de la paloma de Indias. Todo eso disuelto en sangre de pato, leche de mujer y agua de la fuente.
Cuando algo cayó en los ojos y de resultas de eso se van pudriendo, se debe gotear en ellos un líquido hecho de bellota molida, sal y harina, disueltas en agua de la fuente. Pero si el mal de ojos fue causado por el frío, se cura pulverizando cristal de color rojo en vino índico y destilando el licor en los ojos.
Cómo se cura el que ha sido vejado por el torbellino o el ventarrón
El que ha sufrido las consecuencias de un huracán beba el saludable jugo que se hace de la hierba cuanhyayáhual, acróyatl, ramas de pino y laurel molidas en agua. Se cuece ese jugo. Ya cocido, bébalo, porque esa bebida echará fuera el mal aire que penetra en el interior. En segundo lugar, ha de beber un jugo que se hace de estas piedras molidas en agua: cristal rojo, perla blanca, tierra blanquecina y hojas de tlatlancuaye que suelten el jugo. Todo eso cocido con incienso blanco. También se ha de ungir con un líquido muy bien preparado de conos de ciprés y cedro, hojas del árbol cuauhiyauhtli, y de hojas de la hierba xiuhehecapahtli. Todo molido en agua con incienso blanco.
Fractura de la Cabeza
Se untan a la fractura de la cabeza estos ingredientes: hierbas de verano con el rocío natural; esmeralda, perla, cristal, tlacalhuatzin y gusanos de tierra, todo triturado en la sangre de una sangría y en clara de huevo. Cuando no se puede conseguir la sangre, suplirán las ranas quemadas.
Dolor de dientes
Los dientes enfermos y cariados deberán punzarse primero con un diente de cadáver. En seguida se muele y se quema la raíz de un alto arbusto llamado teonochtli, juntamente con cuerno de venado y estas piedras finas: íztac quetzaliztli y chichíltic tapachtli, con un poco de harina martajada con algo de sal. Todo eso se pone a calentar. Toda esta mezcla se envuelve en un lienzo y se aplica por breve tiempo apretada con los dientes, en especial con los que duelen o están cariados. En último lugar se hace una mezcla de incienso blanco y una clase de untura que llamamos xochiocótzotl y se quema a las brasas y su olor se recoge en una mota gruesa de algodón que se aplica a la boca con alguna frecuencia o mejor se ata a la mejilla.
Epilepsia
Cuando es reciente el mal sagrado sirven las piedrecillas que se hallan en el buche del halcón, de los pajarillas huactli y del gallo; la raíz de quetzalatzónyatl, cuerno de venado, incienso blanquecino, incienso blanco, cabello de muerto, carne quemada de topo encerrado en una olla. Todo bien molido en agua caliente. El que tiene este mal debe beber, hasta vomitar, la anterior mixtura. Y le puede ser útil, antes de que la beba, tomar el jugo de un arbusto que se llama tlatlacótic, y cuya raíz ha de ser molida. Observa el tiempo en que la epilepsia ha de venir, porque entonces, al aparecer la señal, el epiléptico póngase en pie y púncensele los cartílagos y los costados. Cuando una mixtura hecha de hojas de quetzalatzanyatl y tetzitzilin, y hierba acocoxíhuitl, molidos en agua. Debe comer también cerebro cocido de comadreja y de zorra. Se le deben dar sahumerios con buen olor de nido de ratones quemados en las brasas y de incienso blanquecino y de plumas del ave llamada cozcacuanhtli.
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