Yeguas
Pero es que el furor de las yeguas es más significativo que el de los demás. La propia Venus les dio su frenesí por la época en que los cuatro corceles de Potnias devoraron con sus mandíbulas los miembros de Glauco. El amor las guía al otro lado del Gárgaro y del Ascanio resonante; franquean las montañas y pasan a nado los ríos. Tan pronto como la llama se mete en sus médulas ansiosas (más en primavera, porque el calor retorna a los huesos), todas ellas se plantan en las breñas con la cara vuelta al céfiro y reeciben las brisas ligeras, y muchas veces, sin coito alguno, preñadas por el viento (causa maravilla decirlo), escapan huyendo entre peñas, picachos y valles encajonados, no hacia tu nacimiento, euro, ni hacia el nacimiento del sol, sino hacia el bóreas y el coro o hacia donde nace el austro tan sombrío, que oscurece el cielo con la lluvia fría. En tal ocasión, justamente, mana de sus ingles un líquido viscoso, que los pastores llaman con nombre apropiado hipómanes. Muchas veces lo recogen las madrastras perversas, lo mezclan con yerbas y añaden fórmulas mágicas.
Virgilio
Geórgicas
6 comentarios:
No me gusta la foto.
Debe ser que nunca me ha gustado los animales disfrazados de personas. Que les hagamos parecidos, no me parece bien....por ellos.
El texto y la nueva foto, una delicadeza...y ante tal delicadeza, siempre hay que dar las gracias.
Saludos
A mi no me gusta (no va con el texto, que me parece precioso). De hecho, la coloqué a modo de provocación, y esperaba una protesta tuya para cambiarla. Creo que buscaré alguna otra cosa.
Abrazos.
Venga, cambiamos.
El texto es precioso, de acuerdo.
Con las fotos anteriores, la lectura del texto resultaba diferente.
Ahora sí. Ahora ta puedo dar las gracias con letras grandes.
GRACIAS
Bien bonita. Y el texto, impactante. El Virgilio este llegará lejos...
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