No, no le miro a usted en absoluto
—¿Qué soy yo? —le pregunté.
—Veo su cara, su barba... —dijo— Pienso en un sacerdote
archimandrita. Veo su uniforme blanco y pienso en las Hermanas. Veo el estetoscopio y pienso en un médico.
—¿No me mira usted a mí en absoluto?
—No, no le miro a usted en absoluto.
—¿Comprende usted la diferencia entre un padre, una hermana y un médico?
—Conozco la diferencia, pero no significa nada para mí. Padre, hermana, doctor... ¿Qué importancia tiene?
Oliver Sacks
El hombre que confundió a su mujer con un sombrero
—Veo su cara, su barba... —dijo— Pienso en un sacerdote
archimandrita. Veo su uniforme blanco y pienso en las Hermanas. Veo el estetoscopio y pienso en un médico.
—¿No me mira usted a mí en absoluto?
—No, no le miro a usted en absoluto.
—¿Comprende usted la diferencia entre un padre, una hermana y un médico?
—Conozco la diferencia, pero no significa nada para mí. Padre, hermana, doctor... ¿Qué importancia tiene?
Oliver Sacks
El hombre que confundió a su mujer con un sombrero
2 comentarios:
Si de pequeñitos nos hubiera dado clase Oliver Sacks y no, como en mi caso, el Hermano Venancio, otro gallo nos cantara. No habría necesitado casi una vida en entender que hay diferencias que no significan nada.
Es un librito de divulgación científica. Los casos que recoge son realmente sorprendentes.
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