El círculo
He visto un árbol más alto que todos los demás,
colgaban de él frutos inalcanzables;
he visto una gran iglesia: sus puertas estaban abiertas
y todos salían de ella pálidos y fuertes
y dispuestos a morir;
he visto a una mujer sonriente y pintada:
jugaba a los dados de su dicha,
perdiéndola.
Había en torno a estas cosas
un círculo que nadie cruza.
Edith Södergran
8 comentarios:
Me gusta, Sir.
Lo imaginaba.
Otro.
¿Qué habrá mañana?
¿Qué habrá mañana? Quizás tú no.
A lo mejor otros brazos, y un nuevo contacto, y un
dolor parecido...
Te dejaré con una certeza indudable:
Regresaré como una parte de tu propio dolor.
Volveré a ti desde otro cielo con un nuevo propósito.
Volveré a ti desde otra estrella con la misma mirada.
Volveré a ti con mis viejos deseos bajo rasgos nuevos.
Volveré a ti extraña, malvada y fiel
cono los pasos de una alimaña, fuera de la lejana patria
desértica de tu corazón.
Lucharás contra mí, duramente y sin fuerzas,
como se lucha contra el destino, contra la felicidad
y contra la propia estrella.
Sonreiré y ovillaré hilos de seda alrededor de mi
dedo
y esconderé la pequeña madeja de tu destino entre
los pliegues de mi ropa.
Como siempre, disculpe el retraso en contestarle. Tengo la casa abandonada. Esta casa.
Y éste otro también.
Ya sabe lo que pasa con estas casas, Sir, que son como las casas de temporada, unas veces arrumbamos en ellas cosas viejas, en ocasiones pasamos tiempo sin pisarlas siquiera y a veces nos instalamos en ellas una temporada y disfrutamos de sus encantos, pero ahí siguen,en pie.
Anche mi mi piace.
Y a mí. Nunca es tarde si...
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio