miércoles, 22 de septiembre de 2010

Hawthorne

"Again the withered hag poured forth the monotonous words of a prayer that was not meant to be acceptable in heaven; and soon, in the pauses of her breath, strange murmurings began to thicken, gradually increasing so as to drown and overpower the charm by which they grew. Shrieks pierced through the obscurity of sound, and were succeeded by the singing of sweet female voices, which, in their turn, gave way to a wild roar of laughter, broken suddenly by groanings and sobs, forming altogether a ghastly confusion of terror and mourning and mirth. Chains were rattling, fierce and stern voices uttered threats, and the scourge resounded at their command."

The Hollow of the Three Hills

Nathaniel Hawthorne

5 comentarios:

Blogger QuiaSint ha dicho...

"De nuevo la marchita mujer dejó oír los monótonos sones de unas preces no ideadas para ser acogidas en el cielo y, muy pronto, en las pausas de su aliento empezaron a materializarse extraños murmullos, aumentando poco a poco de volumen, hasta sobreponerse y ahogar al conjuro del que nacían. Unos gritos atravesaron los ambiguos sonidos, y fueron sucedidos por el canto de dulces voces femeninas que, al variar, dieron paso a un estruendo de risotadas, rotas a su vez de pronto por gemidos y sollozos, formando todo ello junto una horrible confusión de espanto, lamentos y risas. Resonó un arrastrar de cadenas, voces duras y crueles lanzaron amenazas, y un látigo restalló a una orden."

22 de septiembre de 2010, 13:47  
Blogger NáN ha dicho...

espléndido

23 de septiembre de 2010, 5:52  
Blogger QuiaSint ha dicho...

Soberbio, sí. Tengo que reconocerle que, a pesar de las vivas recomendaciones de los libros de Borges, nunca me dio por leer nada de Hawthorne. A raíz de la búsqueda de este fragmento en inglés me tope con Ciudad Seva, una página de internet en la que aparecen algunos de sus cuentos. Uno de ellos, Wakefield, cuyo argumento -la historia de un hombre que desaparece de su casa y aparece cuarenta años después- he leído en pluma de otro autor cuyo nombre, ¡maldita sea!, no consigo ahora recordar. Lo que sí recuerdo es que la redacción me gustó más que la de Hawthorne.


Para la agenda:
Antes de morirme, tengo que aprender inglés. Algo de inglés.

23 de septiembre de 2010, 11:33  
Blogger NáN ha dicho...

Uno: ¿Washington Irving?

Dos: Dado su condicionante, ni en sueños piense que yo le voy a enseñar.

23 de septiembre de 2010, 16:28  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Tampoco he leído nada de Irving. Podría ser Conan Doyle. Creo que recordar vagamente que se trata de una de las tramas de Holmes. En tal caso, la prosa sería infinitamente peor que la de Hawthorne. Las hechuras de Doyle no me gustan nada. De cualquier manera, gracias por la ayuda.

Lo de no saber inglés está empezando a martirizarme. Un día de estos me doy a la bebida.


Sirwood

24 de septiembre de 2010, 11:07  

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