Taconuda
Es una mujer de siete pies de estatura, joven, pelo largo que le llega hasta la pantorrilla, delgada, zapatos de tacón altos y curvos, de cara seca, de ojos hondos, labios pronunciados, pintados y risueños, chalina negra, bustos respingados, vestido blanco con un fajín de plata y hebilla cuadrada grande y un cintillo dorado en el pelo.
Esta linda joven era hija de un cacique que era dueño de todas las haciendas desde la línea hasta llegar a Masaya. Su padre le heredó todas sus riquezas por ser la única hija. Es de apellido Sánchez.
Dicen que sale en los cafetales, en las cuchillas, cerca de las haciendas que llevan por nombre Corinto y Las Mercedes.
Su encanto es agarrar a los hombres y ponerlos locos. Les sale a los capataces y los lleva a las curvas de los caminos, dejándolos adormecidos y desnudos hasta que sus familiares los encuentran.
Cuando pasaba dejaba un gran aroma de perfume, y por eso la identificaban. Pero no a todo hombre se llevaba.
Dicen los que la han visto que le gusta que la llamen Taconuda.
En 1968 apareció por primera vez en el sector de El Crucero. Cuenta Don Mario que la oyeron carcajear y gritar a las 8 de al noche. Luego se dieron cuenta: al señor Don Goyo se lo habían llevado. Empezaron a buscarlo. Lo hallaron desnudo, inconsciente y con restos de palos podridos en la boca. A este señor le decían en aquel entonces El Gato.
Leyendas
Esta linda joven era hija de un cacique que era dueño de todas las haciendas desde la línea hasta llegar a Masaya. Su padre le heredó todas sus riquezas por ser la única hija. Es de apellido Sánchez.
Dicen que sale en los cafetales, en las cuchillas, cerca de las haciendas que llevan por nombre Corinto y Las Mercedes.
Su encanto es agarrar a los hombres y ponerlos locos. Les sale a los capataces y los lleva a las curvas de los caminos, dejándolos adormecidos y desnudos hasta que sus familiares los encuentran.
Cuando pasaba dejaba un gran aroma de perfume, y por eso la identificaban. Pero no a todo hombre se llevaba.
Dicen los que la han visto que le gusta que la llamen Taconuda.
En 1968 apareció por primera vez en el sector de El Crucero. Cuenta Don Mario que la oyeron carcajear y gritar a las 8 de al noche. Luego se dieron cuenta: al señor Don Goyo se lo habían llevado. Empezaron a buscarlo. Lo hallaron desnudo, inconsciente y con restos de palos podridos en la boca. A este señor le decían en aquel entonces El Gato.
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