jueves, 21 de enero de 2016

Borrachera

“Las tormentas del tiempo no fueron benignas para los presocráticos: sus barcos naufragaron y sólo quedan unas cuantas tablas destrozadas. Pero las pocas pruebas que tenemos nos hablan de los hombres: nos revelan que buscaron las fuentes de la razón y bebieron de ellas; y aunque en ocasiones aquella original y embriagadora libación provocara el delirio de su cerebro, seguimos teniendo con ellos una deuda inmensa por su maravillosa embriaguez. Su paso tambaleante nos enseñó a caminar con más firmeza: si ellos no se hubieran emborrachado, aún estaríamos arrastrando los pies.”

Jonathan Barnes
Los  presocráticos

miércoles, 20 de enero de 2016

Negro de mierda

Si a una persona le apetece dejar su país o ciudad y trasladarse a otro sitio se transforma automáticamente en alguien “de mierda”, salvo que vaya forrado, claro. Uno parece estar condenado a quedarse en el sitio donde lo han parido para tener unos mínimos derechos. Da igual si debe pasarse la vida entre las cabras, o soportar una dictadura o morirse sin saber qué hay más allá de sus narices.
Y, más aún, si es negro.
A Festus Uwumagbe se le ocurrió dejar su pueblo de Nigeria e ir a Madrid para llevar otro tipo de vida. Poco después se dio cuenta de que se había convertido en un “negro de mierda”. Hasta tal punto que se le obsequió con la más inhumana de las muertes. La de la falta de atención médica en un país supuestamente desarrollado. Un paro cardiaco-respiratorio se encargó de que hubiera un negro menos apestando las civilizadas calles españolas.
En todas partes hay gente “de mierda”. Los negros, moros, gitanos y sudacas son “de mierda” en Europa. Un andaluz en Cataluña es un “xarnego de mierda”. Y un catalán en Andalucía es un “polaco de mierda”. Cualquier español es “de mierda” en Europa. Y el que no lo sea es un “guiri de mierda” en España.
¿Qué ocurre? ¿Cuál es la tara?
En realidad, yo tengo la ligera sospecha de que todo el mundo es “de mierda”. Porque todos la llevamos dentro y cagamos y luego tenemos que limpiarnos con el papel del váter. Lo malo es cuando se queda atascada en nuestras mentes y es imperiosa la necesidad de un laxante neuronal para que queden limpias y, además de crueles, nos impidan ser idiotas y cerriles.
Si de algo somos, es de agua. Así que me pregunto si no sería más preciso llamarle a un africano “negro o moro de agua”. Y no dejarlo morir sin asistencia médica, aunque sea profesor de filosofía en su país o analfabeto.
Y el tiempo pasa. Y el hombre no es capaz de evolucionar. Y se sigue mirando con el recelo al que no haya nacido en la misma calle, aunque provenga del pueblo más cercano.
La muerte de Festus Uwumagbe será inútil, como tantas otras, pese a haber tenido una cierta trascendencia en la prensa. De nada servirán las manifestaciones, ni la ayuda de las “entidades humanitarias”, ni la indignación que puedan sentir quienes han estado cerca de él en sus últimos momentos.
Es algo más profundo lo que debe ocurrir. Sólo un cambio en el corazón del hombre será la única solución. Pero, mientras tanto, seguiremos siendo “de mierda”.

Raúl Núñez
Cartelera Turia
Diciembre de 1990

martes, 19 de enero de 2016

Abaleo en Moscú

EL UNIVERSAL
Martes 19 de enero de 2016 03:54 PM Caracas.
José Namecio Moncada, ex vigilante privado y albañil que trabajaba por su cuenta, falleció este domingo en el hospital Pérez Carreño de Caracas, tras un día de agonía, luego de que fuese tiroteado, golpeado y rociado en gasolina e incendiado por sujetos aun por identificar, cuando se encontraba en el barrio Moscú, en la avenida Morán de Caracas.
Familiares señalan que Moncada tenía problemas de ira y a raíz del fallecimiento de su esposa se había dedicado a la bebida, "cuando tomaba se ponía muy peleón, y parece que se metió con la persona equivocada, al extremo que unos 20 sujetos lo atacaron este sábado y terminaron asesinándolo".
Por razones que desconocemos tuvo un problema con personas que no residen en el barrio, quienes le dispararon en una pierna, cuando se encontraba herido en el piso lo rociaron con gasolina y le prendieron fuego.
Los familiares llegaron a rescatarlo, debido a que la Policía no quiso ingresar a la barriada debido al riesgo que representa para ellos y lo trasladaron hasta el hospital Pérez Carreño, donde no pudieron atenderlo porque no tenían camas en la sala de cuidados intensivos y señalaron que tendría que ser trasladado hasta el hospital de El Lídice, al que no pudo llegar, ya que no había médico que lo acompañara en la ambulancia. "No es justo que le hayan hecho algo tan horrible a una persona, tenía 70% de su cuerpo quemado, eso fue muy doloroso para él y para nosotros, su muerte fue horrible, eso no se le hace a un ser humano, por lo que esperamos que se haga justicia".

El Universal

Sector San Martin, parroquia de San Juan

CARLOS D'HOY | EL UNIVERSAL
Martes 19 de enero de 2016 11:06 AM Caracas.
Amadeo Pereira (22), quien en los últimos tiempos se ha hedicado al "bachaqueo" o reventa de productos, se encontraba a las 2:30 a.m. de este martes cerca de una tienda Farmatado, donde había comprado una serie de productos de limpieza y uso personal, y decidió comprarse una empanada.
En el camino cinco sujetos lo interceptaron y le propinaron varias puñaladas hasta matarlo. Luego se dieron a la fuga.
El hecho ocurrió en la plaza Martín, al lado de la Maternidad Concepción Palacios, en la sector San Martín de la parroquia San Juan.

El Universal.

viernes, 8 de enero de 2016

Weber